Los seres humanos, que están constantemente entrelazados con la vida, han estado expuestos al impacto ambiental y la comunicación provocada por este entrelazamiento. Una persona que quiere proteger su existencia en la naturaleza debe estar alerta a los factores que pueden suponer un peligro en el entorno en el que interactúa. Debe ser capaz de defenderse de cualquier ataque que amenace su existencia.
Que no cunda el pánico
Es necesario mantener la calma para no revelar esta agresividad instintiva del animal que es probable que ataque, para proyectar una sombra sobre él y para reflejar al animal que el medio ambiente es un entorno seguro.
No hacer del animal el lugar de atención
Mantener constantemente al animal supuestamente peligroso bajo custodia y exponerlo a la mirada tendrá un efecto desencadenante en el impulso de autodefensa del animal. Este impulso que toma acción se reflejará en ti como un ataque.
No entrar en el área privada del animal
Tener cuidado al huir del ataque
Después de que comienza el ataque del animal, comienzas a huir, y este escape implica pánico. Debido al hecho de que implica pánico, puede haber descuido en su actividad. Al escapar, debe considerar la dirección en la que va, dónde está pisando y los obstáculos que están en camino. Cuanto más tiempo persigas al animal, más agresiva aumentará su agresión y el más mínimo error que cometas te traerá un gran daño.
Prestar atención al control del dueño del animal sobre el animal
Si el propietario está al lado del animal, es necesario prestar atención a la capacidad del propietario para controlar al animal y tomar una posición en consecuencia. No debe tener miedo del animal junto a un individuo con un control animal adecuado y no debe preocuparse. Incluso si el animal intenta atacar, el dueño, que es capaz de controlarlo, evitará este intento.